El Señor es mi luz y mi salvación; ¿de quién tendré miedo? El Señor es la fuerza de mi vida; ¿a quién temeré?
David declara su testimonio de fe en Dios y también fortalece nuestra fe en Dios. Gracias a su fe en Dios, David derrotó a Goliat, escapó varias veces de la persecución de Saúl y finalmente se convirtió en el rey de Israel. A partir de la experiencia de David, podemos ver que Dios es nuestra verdadera salvación y el protector de nuestras vidas.
Recuerda que en nuestro camino de obediencia a Dios a menudo encontraremos algunos peligros y sufriremos tentaciones, pero si nos mantenemos firmes creyendo que Dios es nuestro apoyo y fortaleza ¿a quién temeremos? Él está a nuestro lado y nunca nos abandona, independientemente de las circunstancias créelo y mantente firme en el Señor. Cuando confiamos y le miramos de verdad, Dios nos muestra el camino y nos guía en la adversidad. Esto nos hace ver que nuestra vida y nuestra muerte están en manos de Dios.
También entendemos que el momento en que nos llegan las dificultades en nuestra vida es el momento en que Dios nos permite crecer un poco más y así también nos perfecciona. Por lo tanto, no tengamos miedo y no permitamos que la inseguridad asalte nuestros corazones.
Parafraseando lo que dice la palabra de Dios: «No debes tener miedo de esto o aquello. Sean cuales sean las dificultades y los peligros a los que os enfrentéis, debéis manteneros firmes ante el Señor; no os dejéis obstruir por nada para que se cumpla la voluntad del Señor…
No temáis; con la fuerza del Señor, ¿quién podría bloquear vuestro camino?»
Nuestra identidad
Una familia de discípulos de Jesús, fundamentada en la Biblia, comprometida con la Reforma, que proclama la buena nueva de la salvación, que trabaja por la restauración de las personas y que coopera en la construcción del reino de Dios.