«¿Qué diremos entonces? ¿Seguiremos pecando para que aumente la gracia?». — Romanos 6.1
En Romanos 6 (vv. 1, 15), escuchamos dos veces al crítico imaginario de Pablo hacer la misma pregunta: ¿Así que estás diciendo que debemos seguir pecando para que la gracia de Dios siga perdonando? En ambas ocasiones, Paul responde con un vehemente «¡De ninguna manera!». Los cristianos que hacen este tipo de preguntas demuestran que nunca han entendido el significado de su bautismo (vv. 1-14) y de su conversión (vv. 15-23).
¿No sabían que por el bautismo se unían a Cristo en su muerte, y que su muerte era por el pecado (satisfaciendo su demanda y pagando su pena), y compartían también su resurrección? Por la unión con Cristo estaban muertos al pecado pero vivos para Dios. ¿Cómo podrían entonces seguir viviendo de la misma manera a la que murieron?
Lo mismo ocurre con la conversión. ¿No habían ofrecido definitivamente sus vidas a Dios como esclavos suyos? ¿Cómo podrían entonces volver a caer en la vieja esclavitud del pecado? El bautismo y la conversión cierran la puerta a la vida antigua y abren la puerta a una vida nueva. No es imposible volver atrás, pero es inconcebible que lo hagamos. Lejos de fomentar el pecado, la gracia lo prohíbe.
Sin embargo, una negación vehemente no es suficiente. Necesitamos respaldar esta negación con una razón, es decir, necesitamos recordar quiénes somos después de nuestra conversión (interiormente) y nuestro bautismo (exteriormente). Somos uno con Cristo (vv. 1-14) y esclavos de Dios (vv. 15-23).
¿Cómo podríamos entonces persistir deliberadamente en el pecado y abusar de la gracia? Ese simple pensamiento es intolerable y totalmente contradictorio.
Por eso debemos recordarnos constantemente quiénes somos. Debemos aprender a preguntarnos: «¿Sabes quién eres? ¿No sabes que estás unido a Cristo y que te has convertido en esclavo de Dios?». Tenemos que insistir en estas preguntas hasta que podamos responder: «Sí, sé quién soy, una persona nueva en Cristo; y por la gracia de Dios quiero vivir de acuerdo con lo que soy.»
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