El roble es un árbol impresionante. Pertenece a la misma familia que el terebinto. El roble vive entre 500 y 1000 años. La Biblia habla mucho de los robles. Se encuentra con mayor frecuencia en América del Norte. En Estados Unidos hay 90 especies, en México 109 especies. El segundo país donde se encuentra el roble es China, con unas 100 especies. Los mejores vinos de Portugal se conservan en barricas de roble. Esto se debe a que el roble preserva el sabor y la integridad del vino.
Pero, ¿qué significa que Dios quiere hacer de su pueblo un «roble de justicia»? La idea del pasaje de Isaías es que debemos llevar la buena noticia del evangelio dentro de nosotros. Al igual que el roble conserva el sabor del vino, nosotros debemos aportar sabor a un mundo insípido. Al igual que el roble preserva la integridad del vino, nosotros debemos tener un corazón recto y justo ante Dios, buscando siempre hacer su voluntad.
El texto de Isaías 61.1-3, fue citado por Jesús en Nazaret, cuando Él, un sábado, entró en una sinagoga, tomó el libro del profeta Isaías de manos del asistente de la sinagoga, se puso de pie y leyó este pasaje. Al final de la lectura, el Maestro se sentó y dijo: «Hoy se ha cumplido la Escritura que acabáis de oír» (Lc 4,16-21). Jesús quiere hacer de cada uno de nosotros un «roble de justicia». Esto significa que la obra que Él quiere hacer en nosotros es mayor que la que tiene que hacer a través de nosotros.
Recuerdo una historia que escuché hace tiempo sobre un joven que se hizo seminarista. Entusiasmado por comenzar sus estudios, oraba a Dios todas las noches diciendo: «¡Dios, cuando salga del seminario, tendremos mucho éxito en el ministerio!» Tras los años de estudios del seminarista, llegó su ordenación. El ex seminarista, ahora pastor de una iglesia, seguía rezando la misma oración: «¡Dios, tú y yo tendremos mucho éxito en el ministerio!
Sin embargo, los años pasaron y la iglesia donde era pastor no experimentó nada extraordinario y pocas vidas fueron entregadas a Cristo. Sin entender nada, aquel joven pastor oró a Dios con el rostro triste pronunciando las siguientes palabras: «¡Dios, no entiendo! Pensé que cuando me graduara en el seminario y me convirtiera en pastor, tendríamos mucho éxito en el ministerio, pero hasta ahora no ha ocurrido nada extraordinario».
El joven pastor se durmió y en las primeras horas de la mañana, el Señor se le apareció en un sueño. Las palabras del Señor a aquel joven pastor fueron: «Hijo mío, la obra que quiero hacer en ti es mayor que la que quiero hacer a través de ti. Tranquiliza tu corazón y confía en mí». Si quieres ser un «roble de justicia» sométete a la voluntad del Señor. Recuerda que nuestra esperanza no está en este mundo, sino en Aquel que puede hacer que todo sea nuevo.
Nuestra identidad
Una familia de discípulos de Jesús, fundamentada en la Biblia, comprometida con la Reforma, que proclama la buena nueva de la salvación, que trabaja por la restauración de las personas y que coopera en la construcción del reino de Dios.